Realicé mis estudios de fisioterapia en la UIC (Universitat Internacional de Catalunya) entre 2007 y 2011.
Unos meses más tarde empecé a trabajar en un centro médico (Clínica IMIF) donde a diario trataba con un gran número de pacientes, en su mayoría derivados de traumatología, tanto en el ámbito laboral como deportivo.
Tras unos meses en la clínica empecé a verme limitada al no saber abordar ciertos casos clínicos por escasez de conocimientos y métodos, por lo que, aconsejada por mi compañera de trabajo y amigos de la carrera, en 2012 comencé mis estudios en osteopatía en la EOB (Escola d’Osteopatia de Barcelona).
Estudiar durante cuatro años osteopatía me ha aportado tanto a nivel personal como profesional. A nivel profesional me ha proporcionado unas bases sólidas de conocimiento sobre la estructura y funcionamiento del cuerpo humano, para después traducir estas bases a cada individuo como único en sus circunstancias. De esta manera, poder entender la historia de cada cuerpo, qué les está sucediendo y qué está fallando para representar dolor.
Con los años de experiencia profesional fui siendo consciente que el trabajo activo del propio paciente es requisito indispensable tanto para una recuperación global total, como para la prevención de futuras recaídas. Un papel a menudo olvidado por el fisioterapeuta y/o osteópata.
Fue por ello que a principios de 2018 decidí formarme en «Pilates suelo y accesorios aplicado a la fisioterapia», descubriendo así otra herramienta útil y complementable a mi profesión.