Estudié fisioterapia por vivir una experiencia universitaria sola en otra ciudad, y fue la mejor decisión que tomé nunca. La relación que se crea entre paciente y profesional, el proceso de reeducación en primera persona, la cercanía y el trabajo en equipo junto al paciente, siempre ha sido una experiencia muy enriquecedora.
Cursé mis estudios en la Universidad de Valencia. El primer trabajo que tuve, fue en un centro de atención temprana en Valencia con niños. Después surgió la posibilidad de viajar a Francia y trabajar como fisioterapeuta. Viví y trabajé durante diez años allí.
Durante esos 10 años, cambié muchas veces de opinión con respecto a cuál sería “mi especialidad”. Pensaba que serían los niños, pero descubrí lo fascinante de la reeducación en neurología y me convenció. También la sabiduría de la gente mayor me cautivó. Francia me ofreció poder experimentar y probar cada campo diferente que nos ofrece la fisioterapia.
Llegué a Ibiza en 2017 y comencé trabajando en la Policlínica. La pandemia me dejó sin trabajo y tuve la gran suerte de llegar a la Clínica Mar Sánchez. Hice formaciones para ser instructora del método Pilates suelo y columpio, porque quería que el paciente fuera protagonista de su propio bienestar y entendiera la importancia del control muscular, la estabilidad y la movilidad, para no sólo actuar después, sino antes y prevenir lesiones.
Desde octubre del 2020 llevo dando las clases de Pilates en suspensión y de Escuela de Espalda donde aplico los conocimientos aprendidos tanto en mis formaciones de Pilates como en Redcord, y los resultados que estoy viendo en cada alumno, van más allá de lo que yo esperaba. Es muy satisfactorio sentir que ayudas dando herramientas a quien las necesita.